Hoy mi niña (1) estaba un poco cruzada, cualquiera puede tener una mala tarde… Así que, al buscar al grande (10) en el cole decidí hacer una parada en el parque, para que ambos se desfoguen un poco…. Pasados 15 minutos empecé a pensar que parecía que estaba en el zoo.
Los humanos hemos perdido el instinto y yo lucho por recuperarlo; lucho por unos partos íntimos y respetados, por una lactancia larga y feliz, una alimentación sana, una crianza con apego siguiendo los ritmos naturales de cada niño…etc etc… En eso tenemos que re- aprender mucho de los animales, en especial de los demás mamíferos.
Ahora bien, es evidente que un perro no puede levantar sus propias cacas o pises, por más cívico que sea el perro…. quizás le alcance el periódico por la mañana, o su gato haga sus cosas en la caja de piedritas, pero alguien bípedo y con raciocinio debe levantar sus deposiciones para que la caca no nos tape a todos y limpiar los pises para que no vivamos con barbijo o máscaras como en algunos barrios de Barcelona. Lamentablemente parece que para muchos ser cívico es sólo si le ven… digamos que si está en un barrio de esos con callejuelas pequeñas, oculto de la mirada de la anciana acusadora, entonces la caca se queda ahí y el pis rueda cual cascada hasta que se seca bajo el hermoso sol de España y evapora todo su aroma tan característico en esos preciosos barrios antiguos. Bastaría una sencilla botella de agua con un mini chorro de detergente para evitar el olor, bastaría con que el dueño de ese perro tan mono imagine el regalo del animal embadurnado en el zapato de su propio hijo para que esta situación no se diera más…
Aunque, a decir verdad… ese olor no es del pis de esos leales cuadrúpedos. No, no. El olor es a pis de persona….
Muchos niños al salir de cole, ansiosos, olvidan ir al lavabo, así que salen bailando y saltando, pero no de alegría, y sus amados padres les regañan mientras les dan el bocata gigante que tienen que abrir y comenzar a comer en la puerta, aunque esté atestado de gente que se tropieza entre sí; les llevan rápidamente al árbol de la esquina para que hagan pis mientras sujetan el bocata que les urge que se coman (nunca entenderé tanta urgencia, quizás es que los padres tienen mucho hambre y, por alguna extraña y simbiótica relación, se les pasa cuando el niño engulle su mega bocata. Mi opinión personal es que seguro ese niño puede esperar a alejarse 100 metros de la puerta y de la masa de gente para comenzar su merienda, y a veces, puede esperar hasta llegar a casa sin morir de inanición en el intento.)
Pero bueno, volviendo al tema del pipi: a nadie se le ocurre volver a entrar al colegio para que el niño haga pis? O entrar en los 500 bares que hay alrededor para usar el baño? Por experiencia os digo que jamás alguien me ha negado la entrada a un lavabo si mi hijo está bailando la conga del pipí, porque ningún encargado de un bar o negocio quiere que el niño lo haga en el árbol de la puerta!!!!
Pero no, a nadie se le ocurre… o a pocos, muy pocos….
Luego ese inocente niño aprenderá que cuando tenga necesidades las puede hacer en cualquier parte, igual que un precioso perro (os juro que no es con ironía! me encantan los animales!) y así colaborará con el perfume tan característico de los barrios antiguos o de las puertas de los colegios.
Volvamos al parque… sí, me tuve que ir… me fui mientras una mamá le sacaba y le enseñaba los piojos a su hijo y otra a pocos metros le subía las braguitas a su pequeña tras haberla sujetado en plan sillita para que haga pipí en medio del parque, en la misma arena dónde otros niños juegan… ahí mismo…
Cuando veo estas cosas, sencillamente me levanto y me voy, no quiero que mis hijos aprendan que ese es un comportamiento normal y no quiero que jueguen encima del pis de sus amigos. Les digo que no son perritos, que a los perros que viven en la ciudad no les queda otra opción, pero que con suerte tienen unos dueños muy educados que limpian lo que hacen, les digo que de los perros podemos aprender otras cosas, como lo fieles y leales que son, o lo natural que es para ellos amamantar, pero hacer pis y caca en cualquier lado no.
También os digo que con niños uno es propenso a tener “accidentes”, hace tiempo mi hijo mayor vomitó sin previo aviso en medio de la acera, así que entré en el primer negocio y le pedí un cubo con agua para tirar y no dejar toda la vomitona allí, el señor se ofreció a limpiarlo él mismo y me dio las gracias por avisarle!
En fin, que ya no vivimos en cuevas, el asfalto no absorbe fluidos, siempre que usted hace una marranada hay alguien detrás que la tiene que aguantar y otro que la tiene que limpiar… Los piojos no los comparta, sáqueselos en casa, que a mi no me hacen falta.
Muchas Gracias!