miércoles, 6 de marzo de 2013

La Bienvenida


A través de mi ha nacido otra personita, esta vez se trata de una niña, aunque también tiene ojos de cielo y una sonrisa que cambia el humor, igual que mi niño.
No sé bien como guiar a una mujer, porque aún me encuentro en busca de mi camino, pero supongo que ella se encargará de ser mi maestra, como mi hijo, que ya es un gran maestro para mi.
No puedo evitar sentir en el fondo de mi alma una sensación de fortuna enorme; no me es fácil dejar mi cuerpo a merced de la creación, las dos veces he estado muy cerca de irme cuando ellos llegaban, pero la vida me vuelve a dar oportunidades, así que tengo la obligación moral de aprovecharlas!
Este nacimiento fue diferente al primero, aquí estábamos juntas, ella y yo, con mi hijo nos tocó estar solos y aunque lo compensamos después, sigo pensando que para mi no hay mayor dolor que parir a un hijo sin dolor, estando ausente. 
En aquel momento la tristeza fue infinita, insalvable e inexplicable, ahora la alegría no permitió sitio a nada más.
Aún así, los dos nacimientos tienen en común el amor enorme que sentimos los unos por los otros y aquí incluyo al padre de mis hijos que también forma parte de esta burbuja en la que flotamos.
Ahora mi hija tiene 7 meses y mi hijo 9 años, están en etapas distintas, pero comparten muchas cosas y sobre todo nos enseñamos lo que somos, para poder ser auténticos y con ello, más felices. 
-Desde un lugar de profunda humildad intentaré mostraros los caminos para conoceros a vosotros mismos y con ello luego poder vivir una vida plena y feliz, os doy la vida, pero no me olvido de que vosotros sois mis pequeños (grandes) maestros.
Bienvenidos!-
mamá

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